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“El reguetón no es un género musical feliz”

A esa conclusión llegaron los profesores de la Universidad de Medellín, Carlos Andrés Arango Lopera y César Alonso Cardona Cano, luego de culminar una investigación que denominaron “Perreito pero con datos”: las razones por las que el reggaetón engancha a toda una generación”.


Suena curioso, pero no. Los profesores de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Medellín, Carlos Andrés Arango Lopera y César Alonso Cardona Cano, no son reguetoneros -el rock es su gusto- pero encontraron en el “Perreito” un tema para analizar las razones por las cuales el reguetón enganchó a toda una generación.
“Perreito pero con datos”. Así llamaron su trabajo de investigación.
Ambos investigadores se adentraron en el corazón mismo de la música, empleando herramientas de análisis de espectro sonoro para desentrañar los elementos internos que conforman este género originario de los barrios de Puerto Rico en la década de los noventa que ha experimentado una metamorfosis notable desde sus inicios underground hasta convertirse en el género musical latino más consumido en todo el mundo.
Encontraron que Medellín le puso su toque rítmico y en letras a este género musical y lo ayudó a impulsar mundialmente, con un toque más pop y letras no tan callejeras. No es gratuito que se diga que cualquier artista del mundo musical que quiera triunfar y tener éxito, debe pasar por Medellín y así lo explica el profesor Carlos Andrés Arango:
“Estamos en una ciudad que cambió la industria, en particular la industria del reguetón. Nos interesaba mucho saber si las sospechas, como simples aficionados a la música y el sonido, eran ciertas. Si esas sospechas se podían confirmar con datos. Entonces, emprendimos esta investigación. La primera discusión fue sobre lo que denominaremos ‘perreo’ que en efecto tiene bajos más agresivos, baterías más brillantes, con una carga de rap más presente. En contraste tenemos lo que es el ‘perreito’ más pop, más suaves, que están más cantadas, que tienen menos rap y que suenan más suaves”, expresó el docente Arango Lopera.
Para la investigación, en la que se apoyaron de la Inteligencia Artificial y otras herramientas, utilizaron un algoritmo de medición que se emplea en la industria musical. Con ellas, se analizaron 1.600 canciones que hacen parte de la base de datos de los Billboard con las canciones más escuchadas de los últimos 20 años y se hizo un muestreo con 700 de estas.
“En particular lo que se analizó fue el ritmo, la bailabilidad, la ‘Danceability’, la ‘Happiness’, la ‘Loudness’ la cantidad de palabras habladas, la instrumentalidad para un total son 14 variables que estudió el espectro de cada canción y que determinó cómo se comportaban sonoramente dentro de las mismas”, indicó, por su parte, el investigador, César Alonso Cardona.
Por ejemplo, la variable ‘happines’ se refiere a qué tan feliz es la canción. “Allí hay una cosa muy particular y es que la tendencia que encontramos es que el reguetón en general no es feliz. El género está asociado con momentos que aparentemente son felices, de reunión, de regocijo, de fiesta, pero en sí, no son canciones que representan la felicidad”, afirmó el docente.

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