La inteligencia artificial y la computación han dado un salto sin precedentes con la presentación del CL1, el primer ordenador biológico comercial desarrollado por la startup australiana Cortical Labs. Este innovador dispositivo, que combina neuronas humanas cultivadas en laboratorio con un chip de silicio, ha sido una de las mayores atracciones en el Mobile World Congress 2025, celebrado en Barcelona.
El CL1 representa un hito en la computación al integrar células cerebrales con tecnología digital, lo que permite un procesamiento más eficiente y un menor consumo energético en comparación con los ordenadores tradicionales. Según los desarrolladores, este sistema biohíbrido es capaz de aprender y adaptarse de manera similar al cerebro humano, lo que podría revolucionar el campo de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.
“Estamos combinando lo mejor de la biología y la computación para crear una nueva forma de procesar información, inspirada en la inteligencia humana”, explicó un portavoz de Cortical Labs durante la presentación.
El potencial del CL1 abre nuevas puertas en diversos campos, desde la neurociencia y la robótica hasta la mejora de asistentes de IA y sistemas de predicción avanzada. No obstante, su desarrollo también plantea desafíos éticos y filosóficos sobre la interacción entre la tecnología y la biología.
Con este avance, Cortical Labs marca el inicio de una nueva era en la computación, donde los límites entre lo orgánico y lo digital comienzan a desdibujarse. La industria tecnológica sigue de cerca este desarrollo, mientras expertos y reguladores debaten sobre las implicaciones de los ordenadores biológicos en el futuro.